La sequía y la ola de calor impactan en el precio de frutas y verduras, según el Mercado Central

La sequía, las altas temperaturas registradas durante la ola de calor iniciada en diciembre y el impacto de esto en la producción de frutas y verduras, son algunas de las razones que explican el importante aumento que tuvieron los precios de los productos frutihortícolas en todas las regiones del país.

En enero, sobre la base de los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el Instituto de Estadísticas y Censo (Indec), las verduras, tubérculos, legumbres y las frutas fueron los productos que más subieron dentro del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas y en la medición en general.

En el caso de las verduras, tubérculos y legumbres, los precios subieron 11% en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), 21,4% en la región Pampeana, 22,3% en el Noreste, 27,5% en el Noroeste, 19,5% en Cuyo y 11% en las provincias patagónicas.

En el caso de las frutas, los incrementos respecto a diciembre fueron de 11,6% promedio en el AMBA, 11% en la región Pampeana, 11,1% en el Noreste, 18,4% en el Noroeste, 13% en Cuyo y 6,6% en la Patagonia.

En diálogo con Télam, el jefe del Departamento de Información y Estadísticas del Mercado Central, Oscar Liverotti, analizó la dinámica registrada en la oferta y la demanda de los productos frutihortícolas durante el primer mes del corriente año.

Liverotti dijo que en el análisis inciden variables como la calidad de los productos, estacionalidad y el factor climático, entre otras cuestiones.

A modo de ejemplo, dijo que por el impacto de la sequía en la producción de naranjas «esto se va a notar en los próximos meses: los productores que no tenían riego, sobre todo en Entre Ríos y Corrientes, es muy probable que no tengan mucha producción este año. Y además merma y baja la calidad» del producto.

«Vas a encontrar naranja por ahí seca o naranja con poco tamaño porque no alcanzó el agua para que se desarrolle bien», graficó.

El caso de la naranja es uno de los más destacados en la última medición del Indec, ya que pasó de valer $136,50 el kilo en diciembre pasado en los comercios del Gran Buenos Aires a un promedio de $203,25 en enero, con un incremento de 48,9% intermensual.

«Es una fruta más de invierno que de verano. Entonces, ¿qué sucede? En invierno la gente la toma por la vitamina C y hay otro tipo de cultura. Entonces, se va agotando a partir de octubre y va faltando naranja en el mercado, sobre todo naranja de calidad», dijo Liverotti.

De esta manera, explicó que en verano la producción de naranja queda una parte «en la planta y otra parte, el productor la saca y la pone en cámara. Así, en general, la oferta es mucho menor que los meses anteriores. Entonces, se va encareciendo».

En términos porcentuales la mayor suba fue la del tomate, que en enero marcó un aumento promedio del 64,8% en las verdulerías del AMBA, al pasar de $231,77 el kilo en diciembre a un promedio de $381,92 en el primer mes de 2023

Liverotti, al explicar los factores que impactan en el precio del tomate, dijo que «uno de ellos es el calor. Después de cierta cantidad de grados, de 33 grados para arriba, es muy difícil mantener el color en forma uniforme en el fruto, entonces se pierde calidad».

De esta manera, la oferta de tomates de buena calidad, al ser escasa, impacta directamente sobre los precios del producto.

En el precio también influye la zona de dónde provenga el tomate: si es del cordón frutihortícola de La Plata, los valores son más bajos para los consumidores del Gran Buenos Aires, ya que el costo del flete es sensiblemente menor que el producto que viene de Mar del Plata, Mendoza u otra provincia.

En lo que respecta a la manzana deliciosa, que según Indec registró en el GBA una suba de 31% en enero respecto a diciembre pasado, Liverotti dijo que más allá del incremento en el precio, esta época del año suele ser la más conveniente en materia de precio, debido a que es época de cosecha.

«Una vez cosechada, pasan dos cosas: una parte va a parar al mercado en fresco y el resto va a parar a unas cámaras que se llaman cámaras de frío convencional. Y otra parte, va a parar a cámaras de atmósfera controlada», detalló.

Las manzanas que están en las cámaras de atmósfera controlada empiezan a salir al mercado entre agosto y enero para su comercialización, con lo cual ya tienen incorporado el costo del propio servicio de guardado en cámara y de la electricidad.

Consultado sobre el mejor momento para comprar manzanas, Liverotti afirmó que «es ahora» porque «están cosechando».

En lo que respecta a verduras y legumbres, el especialista señaló que aumento en el precio de la lechuga obedeció a la ola de calor que se registró a mediados de noviembre y principios de diciembre, en gran parte de la zona centro y norte del país, con temperaturas inusuales para la época de más de 40 grados, lo que generó desabastecimiento.

«La lechuga, con mucho calor, se destruye, es muy difícil conservarla en el campo. Con temperaturas de casi 40 grados se destruye todo. Después se tarda 35 a 40 días para generar de vuelta otra planta», explicó Liverotti.

En enero, según la medición del Indec, también marcaron sensibles subas la papa, la cebolla y el zapallo anco, con alzas del 24,7$, 8,9% y 2,5%, respectivamente.

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