Lluvias en Buenos Aires: ¿serán suficientes para salvar la siembra de trigo?
Las lluvias del último fin de semana en la zona GEA de Buenos Aires generaron expectativas en el sector triguero, aunque las condiciones del suelo no son tan favorables como en el año récord 2021/22.
Si bien las precipitaciones son necesarias para la siembra del cereal, el patrón de lluvias ha sido desigual en la región pampeana. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el este recibió excesos de agua, mientras que el oeste necesita entre 80 y 120 mm para alcanzar niveles óptimos.
En comparación con el boom triguero del 2021/22, las condiciones actuales del suelo son menos favorables. En Santa Fe, solo el 40% del territorio tiene condiciones óptimas, frente al 80% de hace cuatro años. En Córdoba, la situación es similar, con un 40% de condiciones adecuadas vs 70% en 2021.
A pesar de estas diferencias, los expertos señalan que en el este de la región núcleo se espera la siembra de trigo, especialmente si el pronóstico climático mejora. En el oeste, la decisión es más clara: el trigo se eliminará de las rotaciones este año debido a la falta de humedad.
Los márgenes para la precampaña triguera 2024/25 también son significativamente menores que en 2021/22. El margen bruto antes de impuestos es de 120 u$s/ha para campo propio y -90 u$s/ha para campo alquilado. El margen neto es de 72 u$s/ha para campo propio.
La baja en el precio de la urea y el alza del precio del trigo mejoró los márgenes netos, pero aún se encuentran por debajo de los niveles de la precampaña récord.
En cuanto a la tecnología para el trigo 2024/25, se espera una menor aplicación debido al fuerte deterioro en la relación urea/trigo. En 2021, la relación era de 2,5, mientras que ahora es de 3,2.
En general, las perspectivas para el trigo en Buenos Aires son menos favorables que en el año récord 2021/22. Se espera una menor producción, una menor aplicación de tecnología y márgenes más ajustados. Las lluvias de este fin de semana podrían ayudar a mejorar la situación, pero aún queda mucho por recorrer para alcanzar los niveles del boom triguero.
