La maquinaria agrícola arrancó el 2020 con números en rojo

El informe del primer trimestre publicado recientemente por Indec sobre la industria de la Maquinaria Agrícola refleja que a pesar de que 2019 finalizó en números positivos respecto al año previo, el escenario en 2020 arrancó muy frío.

El rubro en el que más disminuyó la cantidad de unidades vendidas fue el de cosechadoras, que presentó una caída del 23% interanual en el primer trimestre de 2020. Esto representa un deterioro marcado respecto a 2019, que había finalizado con un crecimiento del 9,1%. Es el rubro que más había crecido el año pasado luego del correspondiente a sembradoras.

Así lo reflejó un trabajo del IERAL de la Fundación Mediterránea, que indicó que los tractores fueron el siguiente rubro con peor desempeño en las ventas en el primer trimestre del año, retrocediendo un 8,5% respecto al mismo período del año anterior. En el 2019 terminaron apenas por encima del año 2018, con un incremento de tan solo 0,6% anual.

En tercer lugar, se ubicaron los implementos, cuyas ventas exhibieron una disminución interanual del 6,8%. Por el contrario, en 2019 las unidades vendidas habían crecido un 6,6% respecto al año previo.

Las sembradoras, el sector que más había crecido en 2019, con un incremento en las ventas medidas en unidades del 13,9%. Y por su parte, es el que rubro que menos cayó en el primer trimestre de 2020, solo 2,2% interanual, lo que lo ubica en una situación más favorable en relación con el resto.

Finalmente, la suma total de unidades y un indicador agregado a precios constantes se derrumbaron un 8,5% y 12,7% en el primer trimestre, respectivamente. Nuevamente, esto contrasta con los números positivos con que cerraron el 2019, siendo para el primero una mejora del 5,2% y para el segundo de 5,7%.

Al desestacionalizar las series de ventas de los diferentes rubros de máquinas para eliminar el componente estacional que cargan las series originales, se presentan algunas reflexiones adicionales, resalta el IERAL.

La floja situación observada en las cifras interanuales se confirma con las series desestacionalizadas, que manifiestan una tendencia declinante, con excepción del caso de sembradoras.

Desde finales de 2018 y durante gran parte de 2019 todos los rubros de maquinaria se embarcaron en una tendencia creciente en el nivel de ventas desestacionalizadas, lo que proporcionaba importantes expectativas de recuperación del sector. Ello se relaciona con que en ese año se experimentó una buena cosecha, y un tipo de cambio relativamente alto. Sin embargo, las ventas aún se encontraban muy por debajo del nivel alcanzado en 2017.
Sin embargo, post elecciones y con una gran turbulencia económico-financiera, el cuarto trimestre ya evidenció un cambio de ciclo generalizado, pues todos los rubros cayeron al unísono.

En la mayor parte de los rubros esta caída se confirma al comienzo del año. Eso en momentos en que se discutió y finalmente aprobó un aumento de la carga impositiva sobre la exportación de productos agrícolas principales, además el aumento de las expectativas de devaluación, que son factores que pueden penalizar las decisiones de inversión.

La excepción la presentan las sembradoras. Así como fue primer rubro que comenzó a caer en sus ventas desestacionalizadas, ya desde el tercer trimestre de 2019 (mientras que el resto lo hizo desde el cuarto trimestre), es el único rubro que crece en el primer trimestre de 2020 respecto al trimestre anterior.

Las buenas perspectivas en torno a la siembra de trigo (se estima que la superficie sembrada será récord este año) podría colaborar para que el rubro sea vea menos afectado por la crisis actual.

En el caso de las cosechadoras pues tanto en niveles como en la dinámica las ventas sin estacionalidad se encuentran muy deterioradas. En cuanto a tractores e implementos, las ventas en términos desestacionalizados decrecen, pero a un ritmo más moderado.

Las perspectivas del sector, no obstante, no son tan sombrías. Esto es así pues las empresas desde comienzos de abril tienen permitido operar y atienden a un sector considerado “esencial” (producción agropecuaria y con gran incidencia exportadora). En comparación con otros sectores industriales, se encuentra en situación intermedia, pues en este contexto macroeconómico las inversiones en maquinaria pueden verse frenada, pero su demanda no está completamente obturada.

Las cifras del sector en los próximos meses seguramente serán mejores que las de industrias consideradas “no esenciales” (actualmente cerradas o de consumo postergado con motivo de la pandemia).

Su radicación principalmente en localidades medianas del interior de Córdoba y Santa Fe (concentran cerca del 80% del empleo del sector), también juega a favor del sector en el marco de la política de aislamiento con segmentación geográfica, que permite reactivar actividades económicas en muchas de las localidades donde tiene presencia.

Nacionales versus importadas

La variación en las ventas según el origen de la maquinaria presenta importantes diferencias. La mayor disparidad se expresa en las ventas de cosechadoras. Si bien el indicador de ventas totales presenta una caída interanual en el primer trimestre del año del 23%, las ventas de cosechadoras de origen nacional se desplomaron un 50,5% y las de origen importado crecieron muy fuerte 31% interanual.

En el caso de implementos la situación es similar. Las ventas totales en unidades cayeron un 8,5% en el primer trimestre de 2020, como fue mencionado, al tiempo que los de origen nacional perdieron ventas a un ritmo del 24,4% interanual. Los importados vieron crecer sus ventas en 34,9% respecto al mismo trimestre del año previo.

En tractores, las ventas de equipos de origen nacional cayeron 8,3%, mientras que las de importados crecieron levemente 0,8%. Este análisis no puede realizarse para el caso de las sembradoras debido a que INDEC no desagrega esta información desde hace algunos años.

 

Con este panorama, la participación de los equipos nacionales en el total de ventas continúa reduciéndose paulatinamente. Para realizar la comparación, se considera el primer trimestre de los últimos seis años.

Los años que antecedieron a 2015 tuvieron como característica general un relativo cierre de la economía a los mercados externos. Esto, sumado a ciertos estímulos para la nacionalización de equipos, se evidenció en un aumento considerable en la participación de la maquinaria nacional en las ventas internas. En el primer trimestre de 2015 se encontraba por encima del 80% en implementos, y en cosechadoras y tractores por arriba del 90%.

Las cifras del primer trimestre de 2020 muestran una realidad muy diferente. En el caso de cosechadoras, se presenta la menor participación de equipos de origen nacional, de apenas 43%, con una drástica caída en la participación nacional. En el caso de tractores, se tiene una importante pérdida de participación de los equipos producidos localmente (de acuerdo con el criterio de clasificación que utiliza INDEC), llevando dicha participación al 60%. Si bien en 2019 había existido una leve reversión de esta tendencia, en 2020 se manifiesta una nueva pérdida de participación nacional en estos mercados.

En el caso de implementos agrícolas, donde se agrupan una gran cantidad de maquinarias mayoritariamente provistas por empresas pequeñas y medianas, a predominancia de industria nacional en este rubro se mantiene en alrededor del 83%, completó el IERAL.

 

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