El Gobierno oficializó un nuevo dólar soja y confirmó que el 25% de lo exportado será de «libre disponibilidad»

El Gobierno restableció por este mes «de manera extraordinaria y transitoria» el Programa de Incremento Exportador (PIE) para la soja, con la particularidad de que, en lugar de determinar un tipo de cambio diferencial, el estímulo estará en que los exportadores tendrán libre disponibilidad sobre el 25% de las divisas que liquiden.

A través del Decreto 443/2023 publicado hoy en el Boletín Oficial, se restableció el denominado dólar soja creado por el Decreto 576 del 4 de septiembre del año pasado.

En su quinta edición, el PIE será para «aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de este decreto«.

Para el caso de los sujetos que efectúen operaciones de exportación de mercaderías que requieran de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) «se consideran incluidas, en el marco de lo dispuesto en esta medida, aquellas previas o posteriores a la fecha de entrada en vigencia de este decreto, aun sin estar perfeccionadas, así como la compraventa con precio en pesos a fijar«.

El decreto precisó que «el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías, incluidos los supuestos de prefinanciación o posfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, que sean objeto de adhesión al Programa, deberá ingresarse al país en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en tanto que el 25% restante será de libre disponibilidad».

También indicó que «los sujetos que adhieran al presente Programa, y que les resulte aplicable, deberán liquidar las divisas que ingresen a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en los términos y condiciones que establezca la normativa complementaria, no pudiendo superar dicho plazo el 30 de septiembre» próximo.

Respecto de los derechos de exportación, «deberán abonar una suma en concepto de adelanto, en un plazo que no podrá superar el 28 de septiembre, considerando como base imponible el monto que surja de las divisas ingresadas y negociadas a través del Mercado Libre de Cambios».

En otro orden, se estableció que «es requisito para la adhesión voluntaria a este Programa renunciar, en forma previa, a la promoción de cualquier procedimiento judicial o administrativo cuya finalidad sea reclamar la aplicación de procedimientos distintos a los previstos de manera extraordinaria en el presente decreto«.

El objetivo que persigue la reinstalación del PIE es dotar de materia prima al complejo sojero, fuertemente afectado por la sequía.

Entre sus considerandos, el decreto mencionó que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó recientemente que la molienda de soja en el primer cuatrimestre de la campaña es la más baja desde 2007 y 2008, mientras que la capacidad ociosa de la industria se muestra en ascenso.

También remarcó que esta baja de molienda genera problemas de cumplimiento de contratos de exportación del primer complejo exportador del país y además pone en riesgo el empleo industrial, sustentado en el reclamo y preocupación presentados por los sindicatos aceiteros.

En consecuencia, señaló que «se considera pertinente restablecer el Programa», porque además «es necesario continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas del Banco Central, estimulando la generación de ingresos genuinos del Estado nacional, producto de la exportación de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento interno».

De hecho, el informe de la entidad bursátil, desde abril hasta la fecha el procesamiento de soja totalizó 11,9 millones de toneladas, la marca más baja desde la campaña 2007/08, cuando el crushing se ubicó en 11,5 millones de toneladas.

La principal razón que explica este bajo nivel de actividad radica en la caída del 50% de la cosecha de soja en esta campaña respecto del ciclo anterior hasta las 20 millones de toneladas, cuestión que recortó en la misma proporción la disponibilidad de mercadería para procesar y elaborar harina, pellets y aceite de soja, los tres principales productos de exportación de nuestro país.

Esta situación, de mantenerse, podría llevar a que la industria aceitera opere hacia fines de año con un 70% de capacidad ociosa, proyectó la BCR, sobre todo si se mantiene el bajo nivel de negocios que viene mostrando el mercado local, que en combinación con la poca oferta como consecuencia de los recortes productivos, llevó a que el volumen de exportación ya sea récord.

Si bien la norma deja en claro que el 75% de las divisas deberán ser liquidadas en el MULC, en lo que respecta al restante 25% de «libre disponibilidad» no se explicita que el mismo tenga como uso exclusivo la compra de soja en el exterior.

La semana pasada el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, dijo que ese 25% tenía que ser destinado para la importación de soja, para abastecer a la molienda.

Antes de que el funcionario hiciera esta precisión, desde el sector agroexportador afirmaron que este tipo de cambio mixto tenía como destino las compras en el mercado interno.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario en base a datos existentes hasta el 23 de agosto pasado, en el mercado local quedarían por comercializar poco menos de 7 millones de toneladas de soja de la campaña 2022/23.

Al sumar a este último volumen la mercadería ya comercializada con precio por fijar, la oferta total se ubicaría en torno a 11 millones de toneladas de soja.

Desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) precisaron que cada empresa agroexportadora definirá en forma individual la conveniencia de adherir al nuevo PIE.

En las anteriores ediciones la adhesión fue del sector en su conjunto.

«No estamos frente a un típico programa exportador como las versiones anteriores. Es por ello que queremos resaltar que cada empresa decidirá individualmente si ingresa al esquema y de qué manera operará», indicaron las entidades en un comunicado.

En ese sentido, puntualizaron que «cada exportador tomará esa decisión sobre la base de sus necesidades de molienda o del programa de exportación de soja y subproductos de la soja de origen argentino».

Por último, por el lado de las entidades agropecuarias, el presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, dijo que «la instrumentación de estos anuncios son un beneficio para el gobierno y la industria, no garantizando nada a los productores».

«Esperemos que el mercado se normalice porque hace una semana que está paralizado y los productores necesitamos tener precios de referencia», concluyó Pino.

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