El Gobierno bonaerense advirtió que la Ley Ómnibus atenta contra los pequeños y medianos productores
El ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, alertó sobre los riesgos de la aprobación de la Ley Ómnibus para el sector agropecuario, al considerar que la incorporación a la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV 91) «pone en riesgo nuestra soberanía en materia de semillas».
Si bien Argentina adhirió al convenio alcanzado en 1978, el Gobierno nacional incluyó para su discusión en el Artículo 241 de la Ley Ómnibus, la adhesión de Argentina al mismo pero a partir del acta que fue reformulada en 1991, que establece mayores limitaciones al uso de propio de la semilla.
Rodríguez sostuvo que «rechazamos la incorporación a UPOV 91, porque atenta principalmente contra los pequeños y medianos productores. Si el productor no tiene la posibilidad de multiplicar y utilizar sus propias semillas, queda rehén de una cadena sumamente concentrada en la que hay muy pocas empresas que dominan prácticamente todo el mercado».
En tanto, el ministro de Agricultura, durante la apertura de la 19° Fiesta del Tomate Platense, rechazó la adhesión a UPOV 91 por atentar contra los pequeños y medianos productores, ya que les limita la posibilidad de multiplicar y utilizar sus propias semillas, quedando a merced de empresas que dominan el mercado.
En este sentido, se valoró el trabajo de la Estación Experimental MDA Gorina en materia de innovación científico-tecnológica para la producción de tomate junto a otros organismos, universidades y productores de la región.
Fiesta del Tomate Platense
La 19° edición de la Fiesta del Tomate Platense buscó visibilizar y promocionar este cultivo, reconocido por su sabor intenso y natural, y por ser producido con prácticas agroecológicas por familias de la región.
Durante la jornada, los visitantes disfrutaron de puestos de venta de productos, recorridos por la Estación Experimental, shows musicales y clases de cocina.
El evento se enmarca en la defensa de la soberanía alimentaria y el trabajo conjunto entre el Estado, las universidades, los productores y las familias que resguardan las semillas criollas.