Pese al debilitamiento de El Niño, se esperan temperaturas superiores a lo normal en la Argentina
Según un informe del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño (CIIFEN), a pesar de la disminución de las temperaturas en el Pacífico y el debilitamiento del fenómeno El Niño, se espera que gran parte de Sudamérica experimente temperaturas superiores a lo normal en los próximos meses. Además, el documento remarca un aumento en las probabilidades de que se desarrolle una La Niña en el segundo semestre de 2024.
El Fenómeno El Niño-Oscilación Sur (ENOS), que implica cambios en las temperaturas del océano Pacífico, consiste en dos patrones opuestos: El Niño (fase cálida) y La Niña (fase fría). Estos fenómenos, que duran entre nueve y doce meses, ocurren cada dos a siete años, aunque no siguen un calendario regular.
A pesar de que El Niño se debilitó, se anticipan temperaturas del aire más cálidas de lo habitual en los próximos meses, lo que requiere mantener la preparación para posibles olas de calor. Los pronósticos indican temperaturas por encima de lo normal en la mayoría de Sudamérica, con excepciones en la costa de Ecuador, el norte de Perú y el sur de Argentina y Chile.
Los patrones de El Niño y La Niña tienen diversas consecuencias a nivel global y en América Latina afectan la producción de cultivos importantes como trigo, arroz y maíz, teniendo repercusiones en la economía de los países altamente dependientes de estas materias primas.
En cuanto a las precipitaciones para el trimestre mayo-julio, se esperan valores por encima de lo normal en Centroamérica, gran parte de Sudamérica y el noreste de Brasil, mientras que se pronostican condiciones por debajo de lo normal en ciertas áreas de Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina.
El CIIFEN, con sede en Guayaquil, se dedica a analizar los efectos climáticos relacionados con El Niño/La Niña, centrándose en el Pacífico oriental desde una perspectiva regional. Los expertos advierten que la transición abrupta del Fenómeno El Niño a La Niña deja poco tiempo para la recuperación entre eventos climáticos, lo que requiere que los países de América Latina estén alerta ante estos cambios.
